Ref. 35718 Chalet con licencia turística en Cap d'Artrutx, Ciutadella, Menorca Precio: 395.000 €
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Descripción
El interior del chalet es igualmente impresionante. Con tres amplios dormitorios, esta vivienda garantiza comodidad y espacio para toda la familia o invitados. El baño completo y el aseo adicional proporcionan funcionalidad y conveniencia en el día a día. La casa es susceptible de ser reformada y actualizada para que se pueda personalizar cada rincón, enfocandose en la luminosidad y el confort, creando un hogar a tu gusto. La sala de estar, que se abre a la terraza exterior, permite una perfecta integración de los espacios interiores y exteriores, ideal para disfrutar de momentos al aire libre con vistas al jardín y la piscina. La cocina indendiente, es el escenario perfecto para preparar deliciosas comidas con los mejores productos locales.
Sin embargo, lo que verdaderamente eleva esta propiedad a otro nivel es su terraza superior. Desde aquí, se puede contemplar el majestuoso mar Mediterráneo y ser testigo de las más hermosas puestas de sol. Este espacio adicional ofrece un lugar incomparable para relajarse y disfrutar de vistas panorámicas que quitan el aliento.
Además, la valiosa licencia turística, que dispone, asegura una rentabilidad significativa, que convierte esta propiedad en una inversión no solo placentera sino también lucrativa.
Este chalet no es solo una casa, sino una oportunidad única de residir en un entorno natural espectacular, con la comodidad y el lujo que mereces. La proximidad al faro de Cap d'Altrutx y la histórica Ciutadella, añade un toque de encanto y exclusividad, haciendo de esta propiedad una inversión excepcional en la hermosa isla de Menorca.
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Información de la zona
(Ubicación aproximada)
Ciudad de palacios y nobles, de calles antiguas repletas de vida que están perfumadas de la fineza italiana. Los poetas dicen que es una joya de piedra que en su día fue capital de Menorca pero que mantiene su prestigio comercial porque puede presumir de catedral y de señoriales fachadas. Las fiestas de Sant Joan en el mes de junio la hacen enloquecer y la llenan de alegría de caballos que trotan con soltura por sus estrechas calles. Su coqueto puerto, baila en las noches de verano al ritmo de embarcaciones y restaurantes, y presume de una enorme belleza.
De Menorca afirman los que la visitan que es uno de los paraísos del Mediterráneo occidental, una isla que la historia ha convertido desde siempre en objeto de deseo por su posición estratégica y que ha acabado convirtiéndose, en uno de los destinos turísticos más apetecibles. Pero no solo a nivel vacacional es un lugar de ensueño, sino que vivir en Menorca, permite experimentar en primera persona el concepto de calidad de vida que uno había imaginado siempre a través de infinitud de pequeños detalles que conforman su paisaje, su gente, su tranquilidad, su luz, sus tradiciones, su gastronomía.
A nivel geográfico, Menorca es la isla más oriental y septentrional de las islas Baleares, declarada Reserva de la Biosfera en 1993 por la UNESCO. Cuenta con una extensión de 701 km2 y 216 kilómetros de costa, a través de los cuales se reparten más de 70 playas. Bendecida por un clima típicamente mediterráneo con temperaturas medias anuales al entorno de los 16,5 grados, tiene actualmente una población de 96.000 habitantes, concentrados en los ocho municipios en que se divide: Maó (capital administrativa de la isla), Ciutadella (la antigua capital), Alaior, Ferreries, Es Mercadal, Es Castell, Sant Lluís y Es Migjorn Gran. Existen otros tres núcleos urbanos, Sant Climent, Llucmaçanes y Fornells, los dos primeros en el término municipal de Maó y el último en Es Mercadal. Maó al este y Ciutadella al oeste, son los dos pueblos más habitados de la isla.
Desde el punto de vista socioeconómico, a diferencia de las otras islas del archipiélago balear, Menorca ha tenido la suerte de poder mantener durante años un equilibrio perfecto entre el calzado, la bisutería y las industrias agroalimentarias que favoreció un aterrizaje suave en el sector turístico, permitiendo preservar su paisaje y sus playas. Hoy en día sigue existiendo esta consciencia verde en todos sus habitantes, permitiendo garantizar un entorno único y singular, ideal para practicar el turismo familiar, deportivo y cultural.
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