¿A quién le compro el piso?

A mi pareja y a mi nos gustaría dejar de ser nómadas y comprarnos un piso. Sería nuestro sueño. Los dos sabemos que existen tres posibilidades para hacerlo realidad. Ponernos en contacto con alguien que quiera vendernos su casa sin pasar por un intermediario, visitar un banco que ahora también se dedican a vender pisos o bien acudir a una agencia inmobiliaria.

Si la cosa no corre prisa, será mejor hacerlo directamente con un particular. Eso implicará una negociación por nuestra cuenta que seguramente nos enfrentará a un precio de salida alto a expensas de lo que considere vale el piso su vendedor, y que tendremos que asumir todas las gestiones que hagan falta para cerrar la compraventa. Si sale bien y no se complica la cosa, nos habremos ahorrado la comisión aunque haya sido el camino más largo.

La segunda opción es la del banco. Las entidades financieras también quieren maximizar el precio para recuperar sus inversiones pero por otro lado, saben que detrás de la venta hay una hipoteca y una relación de por vida con nosotros de cuenta corriente, seguros de vida y lo que surja. Por ello su objetivo será dejarnos la sensación que hemos realizado el mejor trato posible.

Finalmente, si queremos que las cosas vayan rápidas, lo mejor será acudir a la agencia inmobiliaria. Sabemos que se paga una comisión por venta pero la ventaja es que el precio del piso estará en consonancia con la realidad del mercado ya que el objetivo de la agencia es vender pisos y no especular con la gente. Además, ellos se encargarán de todo y podremos dormir tranquilos.