El marés: la piedra menorquina

piedra marésSi hay un elemento constructivo que define Menorca, este es el marés. Omnipresente en monumentos prehistóricos, en fortalezas e iglesias, incluso hasta en molinos, ha llegado hasta nuestros días utilizado también para los edificios actuales si bien el paso del tiempo y los nuevos materiales, han acabado por sustituirlo.

Marés

Por su origen, el marés es una piedra arenisca, de color variable entre ocre dorado y blanco. Su masiva utilización en el sector de la construcción de la isla se debe a su fácil extracción y manipulación. Es tan dúctil que incluso en algunas adornos de construcciones, ha sustituido a la madera. En Menorca han habido muchas canteras, sobretodo en las zonas de Ciutadella, Ferreries, Alaior y Maó y todavía siguen existiendo algunas de ellas. Según la procedencia del marés, varía tanto la calidad como su tipología. Su principal inconveniente es su gran absorción a la humedad y su elevada erosión, que obligan a un mantenimiento. Es por ello que existen diversidad de opiniones entre arquitectos a la hora de su utilización en vivienda si bien nadie pone en duda su valor histórico, ornamental y estético.

cantera marés

Pero quizás su expresión más artística la podemos encontrar en S´Hostal, un recinto de canteras de marés situado a un quilómetro del núcleo urbano de Ciutadella, que desde hace más de veinte años quedó transformado gracias a la acción de Líthica, una entidad sin ánimo de lucro fundada por la escultora y arquitecta Laetitia Lara, que nació para preservar, rehabilitar y poner en valor las canteras de marés de la Isla como patrimonio artístico y paisajístico. La entidad decidió alquilar en 1994 este espacio para preservarlo de un futuro de olvido y abandono bajo los escombros, consiguiendo despertar el interés de la ciudadanía.  Desde entonces es casi una visita obligada para cualquier persona que quiera disfrutar de una paisaje donde la geometría y el arte se funden en un solo espacio. Es tal el interés cultural de las canteras de s’Hostal que en el año 2000, recibió el premio de Tecnoturística Baleares a a la  Mejor Iniciativa Turística. Cada año miles de turistas, escolares y residentes deciden disfrutar de esta pequeña maravilla natural.