Tendencias en el sector inmobiliario de Menorca

Vuelve la ilusión de poder contar con una vivienda en cuyo diseño se ha participado. Después de largo período en el que los compradores se interesaban por viviendas acabadas, preferentemente apartamentos, que han copado casi la mitad de las operaciones formalizadas en los últimos años, se detecta un interés creciente por la compra de solares.

Solares en Menorca

Tal y como explica Xisco Pons, esta tipología de inmuebles está “en clara recuperación”. “A principios de este siglo, la venta de solares podía representar hasta el 25 por ciento de las ventas totales, sin embargo desde 2007, se registró una caída que convirtió estas operaciones en prácticamente irrelevantes. Ahora vuelve a existir el interés”, explica.

En este sentido, el director financiero de Bonnin Sansó, ha expresado su confianza en que se pueda estabilizar el marco jurídico para que esta tendencia acabe concretándose en nuevas viviendas. “Ahora que los bancos parecen más receptivos a financiar inversiones, sería deseable que haya un periodo de estabilidad normativa que dé seguridad jurídica tanto a particulares como a empresas que desean construir”.

Respecto de la tipología de viviendas, además de los solares, es tendencia la predilección por inmuebles singulares. “Aunque va detectándose un cierto dinamismo general, es cierto que las casas con alguna característica especial están siendo altamente demandadas, hasta el punto que suponen un relevante porcentaje de las peticiones que recibimos”, abunda Pons.

Inmuebles

Junto a estas dos, el interés creciente del mercado francés sería la tercera tendencia detectada en el mercado inmobiliario menorquín. “La existencia de conexiones directas ha permitido un “redescubrimiento” de Menorca en un país que, pese a su cercanía, había vuelto la espalda a la Isla. Cada vez tenemos más peticiones y somos optimistas porque es un tipo de cliente que creemos que interesa a la Isla en general”, remarca el directivo.

Además del interés creciente mostrado por los franceses, Bonnin Sansó constata la fidelidad del mercado británico. “Es un cliente para el que Menorca siempre es una opción, quizás pese la tradición, la historia, las mejores conexiones, ó incluso la fortaleza de la libra esterlina, pero la demanda se mantiene, e incluso, detectamos que vuelve a reforzarse”, apunta Pons.