Ciudad de palacios y nobles, de calles antiguas repletas de vida que están perfumadas de la fineza italiana. Los poetas dicen que es una joya de piedra que en su día fue capital de Menorca pero que mantiene su prestigio comercial porque puede presumir de catedral y de señoriales fachadas. Las fiestas de Sant Joan en el mes de junio la hacen enloquecer y la llenan de alegría de caballos que trotan con soltura por sus estrechas calles. Su coqueto puerto, baila en las noches de verano al ritmo de embarcaciones y restaurantes, y presume de una enorme belleza.
Precioso chalet situado en segunda línea de mar, en una de las zonas más tranquilas y codiciadas de la costa. La propiedad combina a la perfección comodidad, funcionalidad y estilo mediterráneo.
La...
EXCLUSIVA. Magnífico piso con espectaculares vistas al mar y una orientación ideal que garantiza luz natural durante todo el día. Situado en un primer piso combina comodidad, amplitud y una localización...
Acogedor apartamento en planta baja con 2 dormitorios dobles , baño, amplio salón con salida a una agradable terraza con vistas a la piscina, cocina, trastero y armario-lavadero. Segunda terraza en la...