Vivir todo el año en Trebalúger

Perteneciente al municipio de Es Castell pero a medio camino de Sant Lluís, se encuentra la urbanización de Trebalúger, cuyo nombre se lo debe al talayot de grandes dimensiones que preside la zona, una construcción en lo alto de una colina que en su parte más ancha mide 28 metros de diámetro. La urbanización la conforma un complejo urbanístico de diferentes casas unifamiliares construidas en los últimos treinta años, cuyos propietarios son residentes que viven durante todo el año aunque también abundan las viviendas para el veraneo. Su localización relativamente lejana de los núcleos poblacionales importantes pero al mismo tiempo cercana, permite gozar de las ventajas de vivir en una zona alejada del mundanal ruido pero con la posibilidad de acceder a los servicios más básicos en muy poco tiempo. Hasta hace relativamente pocos años tenía un supermercado a su entrada que servía para abastecer las compras más inmediatas pero hoy día, solo conserva un pequeño obrador de embutidos típicos de Menorca que sólo vende por internet.  

La vida durante todo el año en Trebalúger es apacible y tranquila. Tiene un pequeño parque con un campo de básquet y unas mesas para poder hacer picnic en cualquier momento aunque su mayor atractivo, sin duda, es que uno de los tramos del Camí de Cavalls pasa muy cerca con lo que se convierte en un paseo habitual los domingos.

Aunque sea una urbanización, la mayoría de los vecinos se conocen y prueba de ello es que cada verano, se organiza una cena popular al aire libre en el parking del antiguo supermercado, donde cada uno aporta lo mejor de su cocina. A nivel de transporte urbano, la urbanización solo goza de un servicio de autobús para recogida de escolares ya que no está incluida en los circuitos habituales. Las viviendas disponen de acceso a la fibra óptica, cosa que convierte Trebalúger en una zona conectada al mundo desde la que poder también trabajar.

Si bien es cierto que para vivir en Trebalúger se hace necesario poder disponer de vehículo propio, el privilegio de ser propietario de una vivienda unifamiliar en una zona tranquila para poder descansar y disfrutar de la familia, no tiene precio.